miércoles, 9 de noviembre de 2011

Hospital de Barahona lleva nombre de político y cafetalero

Por: TEUDDY A. SÁNCHEZ
BARAHONA.- A pesar de haber sido político y un productor cafetalero, el hospital regional universitario de esta ciudad, lleva su nombre en su honor y reconocimiento a sus aportes.
Se trata de Jaime Mota, quien nació en Santo Domingo y desde muy pequeño emigró a esta localidad, junto a sus padres y familiares.
Mota, que la mayoría de los barahoneros y habitantes de esta región Suroeste creen que era médico, se dedicó a las actividades agrícolas, fermentando en Chene de Enriquillo una extensa plantación de café.
Al poco tiempo, se estableció como exportador de madera, café, miel y otros productos, junto a su hermano, Carlos Alberto Mota.
Jaime fue hijo de Manuel Mota Vidal y nieto de Don Manuel de Regla Mota, quien gobernó el país en el 1856.
Casado con Elvira Sánchez Carvajal, con la cual procreó a Jaime, Hortensia, Antonio y Roberto Mota Sánchez.
En su calidad de regidor, formó parte en 1882 del primer Consejo Edilicio de la común, que tuvo a su cargo la división de Barahona en cuarteles y el nombramiento de los alcaldes barriales.
En el 1883 fue co-fundador de la Sociedad Cultural Recreativa “El Porvenir”. En el 1892 formó parte de la comitiva que recibió a José Martí en su visita a Barahona.
En el 1097 ocupó el cargo de Gobernador, en sustitución del general Zenón Ovando. En el 1913 ocupó el mismo cargo, mas tarde fue nombrado Ministro de Guerra por el entonces presidente Arzobispo, Adolfo Alejandro Nouel.
“Junto con otros destacados políticos locales, Jaime Mota auspició un levantamiento armado que se concentró en Cabral y El Peñón en repuesta al cuestionado desempeño del gobernador Jaime Sánchez”, explica la profesora Águeda Ramírez de Rodríguez en su libro, “Barahona y su Gente, un enfoque cultural”.
El 7 de mayo de 1916, el presidente Juan Isidro Jiménez, designó un Consejo de Secretarios de Estado que rigió a la Nación, del cual formó parte Jaime Mota en su calidad de secretario de Estado de Agricultura.
Don Jaime Mota murió el 23 de mayo de 1928 en esta ciudad. Luego el ayuntamiento de Barahona mediante resolución aprobó designar una calle de aquí con su nombre, que se extiende de avenida a avenida (Luperón y Enriquillo).
En reconocimiento a sus meritos, en el 1949, fue designado con su nombre, el principal hospital de Barahona y desde el 1984 una escuela del nivel básico también lleva su nombre.

martes, 8 de noviembre de 2011

Breve historia del palacio municipal de Barahona

Por: Virgilio Gautreaux P.

En los últimos 25 años del siglo XIX en Barahona y comunidades vecinas, se produce un proceso de fortalecimiento de la institucionalidad. Estos cambios se aceleran luego que el Presidente Meriño promulgara el Decreto en 1881, declarando a Barahona como Distrito  Marítimo y otro más otorgando incentivos arancelarios  al puerto de la ciudad.


A pesar de la convulsionada situación política del país y las frecuentes insurrecciones, un decidido grupo de hombres y mujeres apostaron a reforzar la barahoneridad, para lo cual realizaron grandes esfuerzos y sacrificios personales, a los fines de dotar a la nueva provincia de todos los instrumentos y mecanismos necesarios para fortalecer el nuevo desempeño institucional que la elevación de categoría implicaba. Al pasar revista a los primeros 40 años de vida provincial (1881-1921), fueron extraordinarios los avances logrados por nuestros antepasados, los cuales de manera desinteresada y honoraria, muchas subordinaban sus labores cotidianas y sus horas de ocio, al interés común.

El aumento de las actividades económicas ligadas a la producción de café, el corte de madera, el cacao, la extracción de sal, la producción de miel y productos de la silvicultura (macutos, serones, sogas, sillas, cera, etc), incentivaron la llegada de extranjeros que se ligaron a la producción, comercio y exportación de estos rubros. Esta dinámica fue notablemente reforzada con  la instalación del ingenio Barahona. Las nuevas técnicas organizacionales y de gestión interna que implantó el consorcio azucarero, produjo importantes cambios en la gestión gubernativa y municipal de la provincia. Este proceso fue fortalecido por la participación activa de numerosos empresarios y particulares que iban a posiciones públicas a impulsar el desarrollo barahonero.

La llegada masiva de extranjeros con diversificadas capacidades, impactó positivamente una colectividad donde se expandían rápidamente su población, sus centros urbanos y sus responsabilidades. La diversificación de actividades hizo necesario elevar las capacidades de la mano de obra local y los conocimientos en materia de gestión pública de los funcionarios locales.

El crecimiento económico prevaleciente, trajo como consecuencia una rápida expansión comercial,  de bienes raíces, crecimiento de la ciudad, aumento de la demanda de servicios públicos (agua, energía, saneamiento, obras públicas, transporte, etc), lo cual indujo la necesidad de fortalecer la gestión municipal, razón por la cual, modernizar las infraestructuras en torno al centro de la ciudad, se tornó una prioridad para las autoridades edilicias. Es en este contexto, que a mediados de la década de los años treinta, la sala capitular se empeña en dotar a Barahona de un Palacio Municipal que fuera compatible con la dinámica económica y social que experimentaba la ciudad.

A tales efectos, se contrata al Ing Alfred Arsten para que construya el nuevo Palacio Municipal. Para ese entonces el Ayuntamiento funcionaba en el edificio donde actualmente está el Cuerpo de Bomberos en la calle Jaime Mota. Muchos años atrás el local del cabildo barahonero estaba ubicado en una casa contigua al viejo local de gobernación provincial, frente al parque central.
Paralelo a la erección del local, las autoridades municipales dispusieron reestructurar completamente todo el entorno al nuevo edificio. A tales efectos, el Parque Duarte (parque central actual) fue modernizado con un nuevo piso de cuadros, cableado subterráneo, nuevas luces, bancos de metal y granito, plantas ornamentales y su glorieta remozada. Las calles que rodeaban el parque fueron también ampliadas y entarviadas. De esta forma, el centro de la ciudad se convirtió en un ejemplo fehaciente del desarrollo urbano que experimentaba la localidad. Varios reclusos trabajaron como peones en la construcción y pavimentación de estas vías. Los mismos fueron gratificados.
La construcción de la obra, sería supervisada por el Sr Alfred Patnella Nielsen, el cual fue nombrado en estas funciones en sesión de la Sala Capitular el 4 de enero del 1936. También se le designó Encargado de Obras Municipales del Ayuntamiento. Con  los recursos disponibles y la eficiente labor de control de calidad de los materiales y labores de construcción de parte del Sr Patnella y la Sala Capitular,  el portentoso edificio fue concluido a tiempo. Fue dotado de modernas luces (importadas directamente por el Ayuntamiento a una empresa de New York), caoba en pasamanos y puertas, piso de granito, llavines importados, mobiliario nuevo, archivos, estantes, abanicos de techo y de pedestal (uno de ellos perfumaba el ambiente). La pintura fue cuidadosamente seleccionada para agradar al público, sin descuidar la necesaria sobriedad de una edificación estatal. Gris claro para el exterior. Para el interior se seleccionaron el blanco y el crema marfil. Los Departamentos competentes del gobierno dieron su visto bueno y sólo quedaba pendiente estrenar la obra.
Originalmente la inauguración sería efectuada en el mes de Agosto de 1936, conjuntamente con una Feria Agropecuaria e Industrial que sería montada por la Cámara de Comercio de Barahona, pero por aspectos logísticos de dicha actividad (construcción de pabellones, casetas, traslado de productos y expositores, etc),  se decidió posponer la actividad para el 12 de Octubre de ese mismo año, razón por la cual la entidad publicó un aviso con la nueva fecha en el Listín Diario del Lunes 5 de Octubre. El Ayuntamiento para apoyar el evento, hizo un aporte de $100.
El 27 de Agosto de 1936, mediante Oficio no 252 el Presidente del Cabildo-Dr José A. Rodríguez-le comunica al Sr Alfredo Atrsen, constructor del palacio, que la Sala Capitular ha designado una Comisión integrada por el Ayuntamiento en pleno, para visitar el nuevo Edificio Municipal y recibirlo, si esa obra se ajusta al contrato. Más adelante, el 9 de Septiembre de ese mismo año, al Síndico se le instruye para que tome posesión del edificio municipal recién terminado, en vista de que el Sr Inspector de Obras Municipales-Sr Patnella Nielsen-mediante comunicación de de fecha 4 de Septiembre,  había informado que dicha obra se ajustaba a los planos.
El 23 de Septiembre con Oficio No 286, los señores Alfredo Latour, Síndico Municipal y José A. Rodríguez, Presidente del Ayuntamiento, se dirigen al tirano Trujillo invitándolo a la inauguración del nuevo Palacio Municipal, la reconstrucción y modernización del Parque Duarte, la pavimentación de varias calles del centro de la ciudad y al acto de designación de la calle PRESIDENTE TRUJILLO (hoy 30 de Mayo). Esta calle tenía anteriormente el nombre MENCÍA, el cual se le puso luego a la calle MARINA en sesión celebrada por la Sala Capitular el 6 de Noviembre de 1936.
En la sesión de la Sala Capitular de fecha 2 de Octubre de ese año, se dio lectura al acuse de recibo de la invitación formulada al Sátrapa, enviada por el Secretario de Estado de la Presidencia, donde agradecía la cortesía. También se designó una Comisión integrada por el Sr Síndico y el Regidor Polibio Díaz para que resolvieran todo lo relativo a las fiestas y gastos, los cuales no debía pasar de $400.00.
Es necesario consignar que mediante la comunicación No 345 de fecha 2 de Diciembre del 1936 la Sala Capitular instruye al Regidor, Señor Enriquillo Mota-quien se encontraba en New York-para que adquiriera un sofá y 6 sillones de cuero legítimo, así como una alfombra y una mesa de reuniones de calidad, efectos éstos que serían colocados en el salón de recepciones del nuevo edificio. Se le remitieron los recursos, a la vez que se le solicitaba  buscar los mejores precios y buena calidad. El 16 y el 21 de ese mismo mes, Mota reportaba haber cumplido encargo y remisión artículos en barco recomendado  por el cabildo barahonero. Cumpliendo los deseos de  nuestras autoridades locales, Mota envió por vía aérea algunos documentos y recibos para que se tramitara la exoneración de impuestos antes de la llegada de la embarcación. Así de eficientes eran esos munícipes !!!!!!
El Sábado 9 de Octubre de 1936 el periódico La Opinión resalta el entusiasmo que reina en la ciudad de Barahona con motivo de la inminente inauguración de las obras realizadas. El Sábado 10 de ese Octubre, el Listín Diario inserta un pormenorizado reporte sobre la Feria y las nuevas infraestructuras.

Día de la inauguración
El 12 de Octubre, se realizaron las siguientes actividades:
a-El Teatro Unión a las 4 de la madrugada de ese día dio una función y se vio invadido por una nutrida concurrencia de entusiastas trasnochadores. Del Teatro Unión se salió en recorrido por la población a los acordes de la música, iniciándose la jubilosa alborada del 12. A las 8 am en el templo parroquial se realizó un Tedeum el cual se vio concurrido por  todas las altas autoridades de la provincia, encabezadas por el Comisionado Especial, General Feliú. Se realizaron otros actos   durante todo el día (ver Listín Diario del 19 de Octubre de 1936). 
b-En horas de la tarde, se redactó y aprobó el siguiente documento:

Acta de inauguración del nuevo Palacio Municipal y el pavimento del Parque Duarte, Octubre 12 del año 1936.


Acta número quinientos diez y nueve. En la ciudad de Barahona a los 12 días del mes de Octubre, fecha en que conmemoran las naciones hispanoamericanas en descubrimiento de América y siendo las 4 horas de la tarde, se reunieron en el Salón de Actos del nuevo Palacio Municipal los Regidores:
·        Dr José A. Rodríguez, Presidente
·        Lic Polibio Díaz,
·        Mauricio B. González,
·        Leonardo Vidal Recio
·        Alfredo Latour. Síndico Municipal
·        José A. Robert, Secretario
Presentes en este acto el General Quírico Feliú, Comsionado Especial del Gobierno en las Provincias de Azua y Barahona; el General Braudilio Féliz, Gobernador de la Provincia, el Capitán Mélido Marte, E. N., demás autoridades locales, empleados públicos y el pueblo en general. El Presidente de la Corporación abrió la sesión y expuso que el motivo de ella era proceder a la inauguración de este nuevo edificio y del pavimento del parque Duarte, obras de ornato que acaba de realizar el Cabildo de esta Común. Inmediatamente el Presbítero Fray Bernardino María de Conil, seguido de los señores Regidores y de otros caballeros y demás escogidos como padrinos se encaminaron al parque Duarte para bendecirlo, acto que se llevó a cabo en presencia de otras muchas personas de la localidad, después del cual volvió el Presbítero Conil en compañía de las mismas persona al Palacio Municipal, siendo también bendecido solemnemente y declarado por el Cabildo allí congregado Palacio de Sesiones Municipales. Terminado el acto de bendición la Banda Municipal tocó el himno del Partido Dominicano que todos los concurrentes escucharon de pie, terminado el cual el Regidor-Presidente pronunció el discurso de rigor para dejar inauguradas las mencionadas obras. Le turnó en el  uso de la palabra el Síndico Latour para hacer el detalle del costo de las obras citadas y a la vez que ponía de manifiesto que la realización de estas obras se debe en primer término, a la ayuda prestada por el Presidente Trujillo al Cabildo de Barahona. La concurrencia fue obsequiada espléndidamente con un brindis de champagne, después del cual pronunció bellas palabras alusivas al acto la Srta Elba María Noboa, profesora de la Escuela de Cabral. Cerró la Sesión el Regidor-Presidente, invitando a la concurrencia a participar del goce que ofrece el momento con motivo de la inauguración de las obras de progreso mencionadas.
En fe de lo cual se levanta la presente Acta la que después de leída y aprobada, firman los Regidores presentes conmigo, Secretario que certifica.
c-En la noche hubo un gran concierto de la Banda de Música en el remodelado Parque Central. La agrupación dirigida por el Profesor Montenegro, deleitó los presentes. Con esta actividad, concluyeron los actos oficiales de ese memorable 12 de Octubre del 1936.
Vuelve a referirse el periódico La opinión a Barahona, el martes 13 de octubre, destacando la inauguración de la Feria Agropecuaria e Industrial, precisando que “el acto revistió una gran solemnidad y podemos decir desde ahora que la Exposición ha sido un completo éxito en todo sentido”.

El Listín Diario del 14 de Octubre publica una comunicación suscrita por el Gobernador Braudilio Féliz, donde cita que los actos realizados en Barahona, revistieron el mayor esplendor. El periódico La Opinión de fecha 15 de Octubre, también recoge la nota del Gobernador Féliz.
El Jueves 15 de Octubre DE 1936, el Listín Diario en un extenso Editorial, titulado BARAHONA Y SU EXPOSICIÓN Y OTRAS INAUGURACIONES, destaca lo siguiente:
“BARAHONA, la altiva sultana del Birán ha sacado el pecho afuera en cívico entusiasmo para conmemorar la histórica fecha del Descubrimiento de América con actos culminantes del progreso regional. Ya Barahona dejó de ser la Cenicienta olvidada por los anteriores gobiernos que tuvo el país y sólo recordada para exigirle dolorosa contribución de sangre para dirimir las contiendas fratricidas que periódicamente sacudían el alma dominicana. Goza de justa fama de valiente el barahonero y en aquella cotización de baratos los descendientes de Enriquillo, eran estimados como inmejorable carne de cañon y ofrendaban su vida gallardamente en distintos pueblos de la República   con una sonrisa en los labios, como última flor a la mujer amada y saludo a la tierra fuerte donde nacieron”
El texto del Editorial cita luego las obras y la feria, deseando los mejores parabienes para los habitantes esforzados de la provincia.
El Decano de la prensa dominicana publica el 17 de Octubre el discurso de apertura de la Feria que pronunciara el Sr José Cavallo, en su condición de Presidente de la Cámara de Comercio de Barahona.
Fuentes: Documentos del Archivo General de la Nación, Libros de sesiones del Ayuntamiento barahonero y periódicos Listín Diario y La Opinión.





lunes, 4 de julio de 2011

Jottin Cury, Barahonero tenaz

Indudablemente que la vida y obra del barahonero JOTTIN CURY acumulada por décadas, fue un verdadero torbellino de emociones. Polemista desde siempre, no creía en las cosas absolutas. Discutidor consciente, algunas veces obstinado, pero siempre
en la búsqueda de la verdad y la razón.

Se hace un hombrecito en su pueblo natal  y descubre prontamente que se está criando en un verdadero campo de concentración. La tiranía trujillista controla férreamente todos los hilos del tejido socio-económico dominicano. Por doquier afloran mecanismos de dominación, que asfixiaban una parte de la juventud del país en general y de Barahona en particular. Los libros proscritos por el régimen circulaban clandestinamente de mano en mano de jóvenes inquietos, deseosos de romper el cerco al conocimiento que desde hacía años montaba el sátrapa.
Varios integrantes de un núcleo de barahoneros son descubiertos, perseguidos y apresados. Dentro de ellos está el joven  JOTTIN CURY. Al igual que otros bachilleres de la época, debe superar obstáculos para poder ingresar. Desde la incorporación “automática” al PARTIDO DOMINICANO, hasta una serie de papeles de recomendación por autoridades civiles, cartas de los directivos del partido único  y certificaciones de autoridades judiciales y militares, se requerían para poder ingresar a la Universidad.
Ya dentro del centro académico, el seguimiento es más focalizado. Se elaboran “listas negras” que se actualizaban mensualmente y hasta semanalmente, según fuera el caso. Una red de calieses, informantes y gente inmoral y de baja ley, pululaban por todo el recinto y hasta dentro de las aulas, buscando informaciones (o inventándolas) contra reconocidos opositores al stauts quo. Las máximas autoridades de la academia, especialmente a partir de 1947, se cebaban presionado  y hostigando jóvenes de apenas 21 años. Muchas veces el propio Rector de esos años interrogaba jóvenes estudiantes y enviaba reportes a los organismos de seguridad, vía las Secretarías de Estado de la Presidencia y de Interior y Policía. Ese funcionario recibía reportes de calieses de forma permanente.

Esos reportes-muchas “sazonados” por altos funcionarios de la entidad-se traducían en apresamientos, golpizas, hostigamiento y hasta expulsión de la universidad. Para el año académico 1947-1948, a 41 estudiantes les fue impedido reinscribirse bajo la acusación de “Comunistas”, entre ellos figuraba el joven JOTTIN CURY a quien le fue le fue imposibilitado inscribirse en el quinto año de la carrera de Derecho. El grueso de los excluidos correspondían a las carreras de ciencias jurídicas y medicina. Luego de ingentes esfuerzos, muchos fueron reincorporados, pero bajo una serie de amenazas y presiones de todo género.
La máximas autoridades universitarias de esos años, auxiliados por una batería de calieses, rebatían burlonamente las correspondencias que abogaban a favor de los cancelados. Realizaban anotaciones grotescas y en muchos casos solicitaban nuevamente certificaciones a las autoridades civiles, los ayuntamientos, los testaferros  del Partido Dominicano, a funcionarios judiciales y las autoridades militares. En la mayoría de los casos las hienas informantes destacaban la falsa militancia y vacía convicción trujillista de los señalados como desafectos al régimen.

La persecución se cebaba también con los empleados considerados como “trujillistas flojos”, es decir, aquellos servidores universitarios que mostraban poco entusiasmo y eran parcos en alabanzas al César. Por tal motivo fueron interrogados y cancelados varios empleados en Diciembre de 1945, entre ellos José Rafael Molina Ureña, quien también era estudiante de Derecho. En Julio de 1945 Trujillo dirigió una comunicación a la rectoría de la universidad recabando información sobre la conducta política de los empleados. 
Se elaboraron unos formularios los cuales fueron analizadas por una  Comisión encabezada por el Sr Rodolfo Bonetti Burgos-Secretario General de la Universidad-interrogándose a los considerados enemigos del régimen o con familiares contrarios al tirano. El centro académico era una verdadera jaula, que a pesar de las apariencias de mansedumbre, bullía de un sentimiento opositor, lo cual concitaba la atención del sátrapa.
Sabiendo el tirano que en la universidad se concentraba una parte relevante de la intelectualidad, las bellas artes y la ciencia, simulaba su aprecio y admiración a la academia, exigiendo a cambio el más absoluto servilismo y obediencia. Por tanto,  fue creada la guardia universitaria, como una verdadera entidad para-militar, donde muchos estudiantes de ambos sexos,  fueron incorporados de manera compulsiva.

El encuadramiento colectivo y la militarización de toda forma de organización interna, convirtió a muchos estudiantes en “subalternos” de personeros del régimen, a la vez que se realizaba una “selección natural” de la oficialidad, que implicaba razones de clase y fidelidad al sátrapa. Muchos de los oficiales eran activos delatores. A finales del trujillato, fueron muy activos sus principales dirigentes, chivateando sus compañeros de aula.

El tirano amante de adulación y lisonjas se impuso títulos y honores académicos. Colocó estatuas suyas en varios lugares del recinto y formó un selecto grupo de informantes contra profesores, estudiantes y empleados.

El conjunto de filtros que debían superar los aspirantes a ingresar a la universidad eran el Partido Dominicano, Los gobernadores provinciales, muchas veces los síndicos y los servicios de seguridad del Estado ( a finales de la dictadura, era el SIM, quien expedía los certificados de No Objeción). Al tinglado de controles se sumaban la Presidencia de la República, los procuradores fiscales, Jueces e Interior y Policía. Una red de calieses dentro de la universidad, se ocupaba de vigilar no sólo a los estudiantes, sino también a ciertos visitantes al recinto, muchos de los cuales fueron perseguidos y hostilizados.

El Expediente utilizado para suspender a JOTTIN CURY en 1948 era al parecer “muy pesado”, razón por la cual familiares y amigos y funcionarios de Barahona, debieron elaborar comunicaciones muy explícitas sobre su “adhesión”  a los postulados del tirano. Unas autoridades universitarias poco convencidas de la supuesta fidelidad, formularon comentarios adversos, pero al final permitieron su reinscripción.

Su  posterior trayectoria profesional es por todos conocida.  Con la decapitación de la tiranía se involucra en la destrujillización, asumiendo la jefatura del área de  comunicación del Consejo de Estado en 1962. Este campo no era nuevo para él, puesto que a mediados de los años cuarenta escribía con regularidad sobre diferentes tópicos en el periódico barahonero La Crónica. Sus agudos comentarios eran objeto de atención de las autoridades locales.

La guerra de Abril de 1965, le da oportunidad de aportar a la patria sus mejores esfuerzos, asumiendo el puesto de Canciller de la República en armas. Las amplias discusiones y polémicas con los interventores norteamericanos, las delegaciones de la OEA  y la ONU, sirven para demostrar sus firmes convicciones patrióticas, el amor a su país y su gran capacidad de polemista y defensor de los mejores intereses del pueblo dominicano. Luego pasa por la Cámara de Diputados.

Ya como Rector de la Universidad de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, le corresponde el 4 de Abril de 1972, enfrentar una de las embestidas más sangrientas contra esta institución académica. Su firme postura durante la farsa montada previa al asalto, le valió que los oficiales policiales actuantes lo subieran violentamente en la parte trasera de un camión. Como resultado del asalto a tiros contra la familia universitaria, resultó muerta días después la estudiante de Economía y barahonera, Sagrario Ercira Díaz.
 Posterior a estos acontecimientos el Presidente Balaguer se pronunció que los trágicos acontecimientos fueron el resultado de “incomprensiones entre las partes”, argumento fuertemente criticado por el Dr. Jottin Cury, así como por sectores académicos, políticos y sociales de todo el país.
Luego este brillante intelectual y académico desempeñó algunas funciones públicas y más adelante se concentró en su oficina de abogados y su pasión de polemista. Deja decenas de artículos, ensayos, libros, reportes y conferencias, que son lectura obligada para los profesionales del Derecho.
El Sábado 11 de Junio de Junio en curso, en la ciudad de Barahona durante una actividad de solidaridad con los pueblos de nuestro continente, se presentó y aprobó una moción-homenaje en memoria de Jottin Cury, la cual consistió-todos de pié-en un minuto de aplausos.
 Por: Virgilio Gautreaux P.

sábado, 21 de mayo de 2011

"SEGURIDAD PARA TODOS"‏

Algunos simples consejos que sugerimos a todos.
·         No andes con los cristales del auto bajitos. Si tu vehículo tiene el acondicionador de aire dañado, métete en un lío y arréglalo. Y si no puedes, al menos no bajes los cristales totalmente. 5 pulgadas (una cuarta) bastan para refrescarte, y al menos le imposibilitarás a los ladrones meter el cuerpo fácilmente.
·         Mira a todas partes continuamente. Es mucho mejor que pases por paranoico y sospechar hasta de la sombra que confiarte y ser emboscado por un grupo de facinerosos.
·         Si te asaltan, no opongas resistencia. Quizás si "ella"  les hubiese dado la cartera, todavía estuviera viva y su historia sólo sería un asalto con pérdida del celular y las tarjetas (todo lo cual se reporta como robado y se convierte en inútil). No trates de ser guapo. No creas que las clases de Karate te harán más rápido que una bala o un puñal por la espalda.
·         Al llegar a tu casa, mira todo el entorno cuidadosamente desde la calle. No entres al parqueo sin cerciorarte de que no hay extraños “por casualidad” sentados frente a la acera o en un auto desconocido. Si ves algo raro, no entres, sigue de largo, llama a tu casa, a un vecino o simplemente da una vuelta.
·         No andes nunca por calles a oscuras, enciende las luces altas si hace falta. En calles poco iluminadas, los maleantes se esconden más fácil.
·         Nunca te detengas si te chocan en un lugar solitario o de noche. Es un viejo truco para que te detengas a discutir. Simplemente no te detengas, y si los del otro auto insisten, busca un destacamento policial o un policía.
·         No andes solo (y especialmente, mujeres, solas) sin necesidad.
·         Nunca retires dinero de cajeros automáticos sin vigilancia (especialmente los de autocajas). Procura cajeros con iluminación y lugares públicos y concurridos.
·         Guarda el jodido celular. Uno de los robos más comunes es el de celulares. Afortunadamente no es mucho lo que logran hacer con un celular robado (sea Blackberry, iPhone o karavelita).
·         Cuando llegues a tu casa, ten las llaves de la puerta a mano. No pierdas tiempo buscándolas mientras te expones a que te den un tumbe.
·         No saques ni introduzcas nada en el baúl del auto si vas a un sitio desconocido. Eso alerta del contenido del baúl.
·         Usa el sentido común. No alardees de tus posesiones. No exhibas joyas vistosas. No descuides tus pertenencias (en especial cámaras fotográficas, laptops, iPads y demás yerbas).
·         Habla con todas las personas de tu casa, y adviérteles de los ladrones que llaman y simulan que te ha pasado algo.

lunes, 25 de abril de 2011

Barahona y sus inicios


La ciudad de Barahona tuvo su comienzo en el año 1802. Los terrenos donde se radica fueron cortes de maderas de caoba y roble.


Para el corte de esas maderas, llegaron trabajadores de los lugares de Pescadería, la Otra Banda, Cachón y Peñón, así como de Azua, San Juan de la Maguana y Las Salinas, los cuales se instalaron a la orilla de la playa, en donde construyeron ranchos para guarecerse del sol y de la villa.

Estas viviendas rústica, dieron origen a la actual ciudad de Barahona, la que se ha ido extendiendo vertiginosamente hacia la parte oeste. Por largo tiempo, esa población sólo alcanzó hasta la calle Canela, nombre este que se le dio a dicha calle en el año de 1883, en recuerdo a la gloriosa batalla restauradora.
En ese mismo año tuvo lugar la designación de los llamados alcaldes de barrios, a los cuales se les asignaron los servicios policiales.
Hay muchas versiones sobre el nombre de Barahona, algunos sostienen que viene de Bahía Honda, por la pintoresca bahía de Neiba; otros dicen que se origina de la medida de longitud conocida por vara y onda y que se usaba entonces para venta de géneros; unos mas que un sujeto de Cuba, un tal Juan Soto de Barahona era el que se instaló con un comercio en esa región, por lo que los lugareños al ir a comprar decían " vamos donde Barahona " y así quedo el nombre al lugar, los más afirman que se dedicó en honor al Conde de Barahona. Lo cierto es que el nombre de Barahona es de origen español. Luego la iglesia quiso terciar en el asunto, le antepuso Santa Cruz de Barahona, siendo su primer sacerdote, según todas las probabilidades, Teodosio Ramírez. También fueron sus primeras autoridades, los señores José Dolores Matos, gobernador, quien había ejercido antes en la ciudad de Azua las elevadas funciones de comisionado del gobierno; Manuel Díaz hijo, presidente del Ayuntamiento; Jerónimo Díaz, síndico municipal, y José María Sepúlveda, director del registro civil y conservador de Hipotecas.
La preponderancia que en todos los aspectos tenía ya Barahona, determinó un cambio a favor de la misma y mediante un cambio en favor de la misma y mediante decreto No. 1959 de fecha 12 de septiembre de 1881, se erigió conjuntamente con Neiba, en cabecera de la división territorial que al efecto se adoptó en esa época.
Origen del Ejido de Barahona
El 2 de noviembre del año 1882, el general Wenceslao Figuereo, a la sazón ministro de Interior y Policía, se trasladó a la ciudad de Barahona, e hizo convocar una reunión de los condueños de los terrenos en los cuales estaba radicada la población, con el fin de que estos hiciesen donación de los mismos al Consejo Municipal.
Dicha reunión, según el acta de donación instrumentada por el notario público, don Rafael Montalvo y González, se vio concurrida por los señores José Dolores Matos, gobernador civil y militar; José Altagracia Matos, representado por Rafael Matos; Francisco Carvajal, presidente del Tribunal de Primera Instancia; Silvaín Coiuscou, representante de este último; Damaso Suero, en su nombre y en representación de su padre Pedro Suero; Tomás Suero, Javier Suero, Nolasco Suero y Juan Cuevas.
Dicha donación comprendía los terrenos entre los siguientes linderos: por el norte: desde el punto denominado El Portillo, línea recta al sitio conocido por el Botado de José del Carmen; al oeste: desde el punto pasando por la Boca de los Tres Caminos al cauce del río Birán, en el sitio conocido por los Palos al Agua; por el sur, el cauce del río Birán, hasta llegar a su boca, siendo el lindero natural del este el mar.
En acuerdo tomado por el Consejo Municipal en fecha 27 de septiembre de 1883, se dispuso dividir la ciudad en cuarteles y se hicieron las designaciones de los alcaldes de barrios, así como la nomenclatura de calles.
Primeros progresos
Ya en el año 1875, Barahona contaba con un puerto de exportación, con cuyo motivo fue creada una sub-delegación de hacienda, lo cual redundó en beneficio tanto de la economía regional como nacional; y en el año de 1902, se efectuó el degrado de dicho puerto y se construyó un muelle de madera, instalándose asimismo, algunas boyas.
Dicho muelle estaba situado en el extremo este del llamado Camino Real y que hoy lleva el nombre de calle Restauración.
Primera sociedad cultural recreativa
A finales del año 1883, los caballeros Ignacio María Guerra, Jaime Mota, José María Sepúlveda, Eugenio Matos, Rafael  Damirón (Peleto), Rafael Montalvo y González, Antonio María Brea, Evaristo Linares, Antonio Lluberes, Ignacio María Guerra hijo, Emilio Sánchez y otros, fundaron la sociedad recreativa llamada “Porvenir”, de la cual era presidente, Ignacio María Guerra.
Esta institución designó miembros honorarios, a don Francisco Gregorio Billini, Prebístero Fernando Arturo de Meriño, Generoso de Marchena, Francisco Henríquez y Carvajal, Hipólito Billini y Abraham Marchena.
En el año 1899, tuvo Barahona su primer parque de recreo, su primera banda de música, alumbrado y telégrafo; el parque es el que actualmente se denomina “Central”; la banda de música estaba dirigida por el compositor Fermín Cuevas y el alumbrado se componía de faroles alidos por gas; el servicio telegráfico estaba desempeñado por el telegrafista Federico Serra.
En el año 1911, don Joaquín Bidó G., oriundo de la ciudad de Azua, introdujo en esta ciudad, la primera imprenta y dio a los talleres que instaló, el nombre de “Yaquimo”. En ellos comenzó a imprimir el señor Nicanor Espinal, el primer periódico de toda la provincia, el cual bautizó con el nombre de “Birán”. Con este vocero tuvo Barahona el primer factor de divulgación de su progreso y cultura.
En el año de 1921, fue inagurado el primer teatro, el cual se le dio el nombre de “Unión”, perdurando aún, no obstante ser de madera. En ese mismo año tuvo también Barahona su primera biblioteca pública, la que fue bautizada con el nombre de “Apolinar Perdomo”, en memoria del gran poeta neibano.
Instalación del ingenio Barahona
A pesar de que desde el año 1917 comenzó la instalación de la factoría azucarera denominada “Barahona Company”, su primera molienda fue en el año 1922, la que comenzó con una pequeña producción, aumentando de manera progresiva en los años sucesivos.
Primer sistema de acueducto
Mediante convenio entre el ingenio Barahona Co, y el Honorable Ayuntamiento, en fecha 15 de julio de 1922, fue inaugurado el servicio de acueducto.
Durante los primeros años, el abastecimiento se hacía del río Birán, pero como el agua era escasa para las necesidades de la población y de la empresa azucarera, ésta construyó un extenso sistema para conducir el importante líquido desde el Arroyo Palomino, radicado en la sección de La Guázara.
La suma que pagaba en los primeros años la corporación municipal por el suministro de agua, era crecida, pero a medida que pasó el tiempo fue reducida a RD$175 mensuales, suma que se estuvo pagando hasta que fue inaugurado el nuevo acueducto.
Primera escuela normal: por virtud de la ley No. 519 del año 1926, fue instalado por primera vez en Barahona, un plantel oficial de segunda enseñanza, en el cual cursaron estudios varios jóvenes de aquella época que hoy son excelentes profesionales.
Primer sistema de alumbrado eléctrico
En abril de 1929, por convenio entre el ingenio Barahona Co y el Honorable Ayuntamiento, se instaló en Barahona el primer sistema de alumbrado eléctrico, el cual al principio se extendía solamente a algunas calles céntricas. Dicho servicio duraba desde las seis de la tarde hasta la media noche y por el mismo se paga la suma de RD$440.00 mensuales.
Fuente: Ramón Espinal

martes, 12 de abril de 2011

Ramón Oviedo, orgullo Barahonero y del mundo

Nace en Barahona, en 1927. En 1963, gana el primer premio de un concurso de afiches sobre la niñez que realiza el gobierno del Profesor Juan Bosch; conoce al Profesor Juan Bosch, Presidente de la República y gran literato, y se desarrolla una relación de amistad y respeto. En 1965, se une al movimiento constitucionalista que reclama el retorno de la democracia a su país enfrentando a los invasores extranjeros; Gana el primer premio del concurso de pintura que se realiza en medio de la revolución con su obra titulada “24 de abril”. Fue nombrado por el Congreso Nacional como "Maestro Ilustre de la Pintura Dominicana". Su obra presenta trazos fuertes y colores que evocan dureza, sordidez, crueldad, pero también humanidad. La abstracción y expresionismo que en ellas impera componen el mundo psíquico del hombre con sus abismos y soledades. Es como si algo quisiera surgir de sus telas y dar paso a un sordo dolor que gritara en silencio. Cuando se afirma que Ramón Oviedo es el Pablo Picasso de República Dominicana, lo creemos una referencia merecida, por la inmensidad del talento, por los temas tratados, por la capacidad ilimitada de renovarse, por la virtuosidad de la línea y el color, por la influencia ejercida, porque, al igual que el genial catalán, cuando Oviedo habla, sus palabras se convierten en aforismos, ¡muchas más razones hay de comparar a dos artistas de excepción.

sábado, 9 de abril de 2011

María Montez orgullo de Barahona

MARÍA MONTEZ
(1917-1951)
María África Gracia Vidal de Santo Silas (nombre real de María Montez) nació el 6 de junio de 1917 (otras fuentes citan 1912) en la ciudad de Barahona, sita en la República Dominicana.
Hija de un diplomático español oriundo de las Islas Canarias llamado Isidoro Gracia García, María sintió desde niña una gran atracción por el mundo del cine, soñando desde temprana edad con convertirse en actriz de Hollywood.
Este sueño logró hacerse realidad cuando después de trasladarse a los 23 años a Nueva York para probar fortuna en el mundo de la moda, fue contratada por los estudios Universal a comienzos de los años 40. En esos momentos adoptó el nombre artístico de María Montez, en homenaje a una bailarina llamada Lola Montez.

A pesar de haberse casado en 1932 y divorciado en 1939 con el ciudadano estadounidense William McFeeters, banquero delegado en la República Dominicana del First National City Bank, María conservaba un fuerte acento hispano, que junto a su latina presencia, la convirtieron en "el ciclón caribeño", apelativo que definía su actitud y apariencia física.
En 1941 debutó en la gran pantalla con la película "La mujer invisible", un film de ciencia-ficción que dirigió A. Edward Sutherland y protagonizó Virginia Bruce.

Su belleza fue un factor esencial para comenzar a intervenir en variadas producciones de corte exótico y aventurero, muchas ellas de serie b y rodadas con una colorista fotografía que le granjeó el calificativo de reina del technicolor durante toda la década de los cuarenta.
Títulos como "Las mil y una noches" (1942) en donde encarnaba a Sherezade bajo las órdenes de John Rawlins y el acompañamiento de Jon Hall y Sabu (habituales partenaires en el reparto de este tipo de films), "La salvaje blanca" (1943) y "Ali Baba y los cuarenta ladrones", ambas realizadas por Arthur Lubin, "La reina de Cobra" (1944) de Robert Siodmak, "Alma zíngara" (1944) de Roy William Neill, "Sudan" (1945) de John Rawlins, o "La Atlántida" (1948) de Gregg Tallas, confirmaron su atractivo escapista para un público inmerso en un difícil período bélico y postbélico.
En los años finales de la década de los 40 y ante el declive de su popularidad en Hollywood, María intervino en varias películas rodadas en tierras europeas, todas de carácter aventurero (entre ellas "La venganza del corsario" (1951) de Primo Zeglio) y de escasa trascendencia en su filmografía.
En 1943 se casó con el actor francés Jean-Pierre Aumont, con quien tuvo una hija, la futura actriz Tina Aumont.
En 1951 falleció debido a un ataque al corazón que se produjo cuando se encontraba en el baño de su casa parisina. Tenía solamente 34 años.